Si estás aprendiendo a conducir o simplemente quieres mejorar tus maniobras al estacionar, saber aparcar en batería es una de las habilidades básicas que tienes que dominar. Es un tipo de aparcamiento muy común en ciudades, parkings y supermercados, y aunque pueda parecer fácil, hacerlo bien requiere práctica, técnica y algo de atención. En este artículo te explico qué significa aparcar en batería, algunos trucos para hacerlo sin complicarte y las consideraciones que deberías tener en cuenta para evitar sustos o errores típicos.
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Aparcar en batería es una forma de estacionamiento en la que los vehículos se colocan perpendiculares o en ángulo respecto al bordillo o línea de la calzada. Es decir, los coches quedan alineados como en una estantería, uno al lado del otro, ocupando plazas paralelas pero no en línea, sino de frente o marcha atrás.
Existen dos formas de hacerlo:
Aparcamiento en batería de frente: más sencillo, pero puede dificultar la salida si hay poco espacio o visibilidad.
Aparcamiento en batería marcha atrás: un poco más complejo al principio, pero mucho más práctico para salir con buena visibilidad y sin riesgo de golpear a otros vehículos.
Este tipo de aparcamiento es habitual en parkings públicos, calles con espacios delimitados y zonas residenciales. Aunque suele ofrecer más plazas en menos espacio, también requiere precisión para no invadir la plaza del lado ni golpear a otros coches.
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Vamos a lo importante: ¿Cómo lo haces bien y sin agobios? Aquí te dejo algunos consejos que te van a ayudar a aparcar en batería sin sudar la gota gorda:
Evita plazas demasiado justas o entre coches mal aparcados. Cuanto más espacio tengas, más fácil será maniobrar sin riesgos.
No te fíes solo de la cámara trasera (si tu coche tiene), usa también los retrovisores y mira por encima del hombro para tener una visión completa del entorno.
Cuando vayas a aparcar marcha atrás, alinea la parte trasera de tu coche con la plaza y empieza a girar el volante una vez tu rueda trasera pase la línea del coche de al lado. Esto te ayudará a entrar con el ángulo correcto.
Si entras torcido, no te la juegues. Corrige las veces que haga falta. Es mucho mejor ajustar la posición que terminar mal aparcado o golpeando algo.
No hay prisa. Aparcar bien no se trata de hacerlo rápido, sino de hacerlo sin errores. Usa marchas cortas, pisa el freno si hace falta, y controla bien los movimientos.
Además de los consejos técnicos, hay algunas cosas que deberías tener en cuenta cada vez que vayas a aparcar en batería:
Parece obvio, pero muchos coches quedan mal aparcados por no centrarse bien o por ocupar parte de la plaza de al lado. Esto puede molestar o dificultar el acceso a otros conductores.
Cuando aparcas en batería, sobre todo si hay poco espacio lateral, es fácil golpear el coche de al lado al abrir la puerta. Hazlo con cuidado, especialmente si llevas pasajeros.
No te pongas nervioso si hay coches esperando. Es mejor tardar unos segundos más que aparcar mal. Señaliza tus movimientos con tiempo y asegúrate de no frenar la circulación más de lo necesario.
En algunas zonas, el aparcamiento en batería puede tener un ángulo inclinado en lugar de ser totalmente perpendicular. En esos casos, adapta tu maniobra al ángulo de entrada para no quedarte fuera de la plaza.
Dominar la técnica de aparcar en batería es esencial si conduces por ciudad o usas parkings a menudo. Aunque al principio pueda parecer algo complicado, con un poco de práctica y siguiendo los consejos adecuados, lo harás de forma automática y sin esfuerzo. Recuerda que aparcar bien no solo es cuestión de habilidad, también es una muestra de respeto hacia los demás conductores y una forma de evitar problemas innecesarios. Así que, cada vez que tengas que aparcar en batería, recuerda: despacio, con control y sin prisas.