Seas o no un motorista experimentado es posible que alguna vez te hayas visto en alguna situación comprometida con la moto🛵 Descubre cómo los cursos de conducción de motos puede ayudarte a ser más previsor ✅
Es difícil encontrar a un conductor de moto experimentado que no se considere a sí mismo un buen conductor, aunque lo cierto es que por regla general todos somos peores conductores de lo que creemos. Muy pocas personas tienen que enfrentarse en el día a día a las situaciones a las que nos enseñaran a reaccionar en un curso de conducción de motos lo que significa que no tendremos la experiencia necesaria para salir airosos de una situación comprometida si alguna vez nos vemos en una de ellas.
Ser un buen conductor no es necesariamente tener todos los puntos del carnet, tampoco lo es no haber dado partes al seguro. Obviamente esto es bueno, pero no te garantiza que si algo inesperado ocurre, sepas cómo evitarlo y por eso existen los cursos de conducción. En estos cursos nos enseñan a enfrentarnos a situaciones complicadas dentro de un ambiente seguro, para que si alguna vez tenemos que enfrentarnos a ellas en la vida real, sepamos cómo reaccionar.
Tal vez pensarás que si tu no realizas muchos kilómetros al año, o que generalmente siempre haces los mismos trayectos no necesites realizar un curso de conducción, pero merece la pena recordar que la mayoría de accidentes se producen durante trayectos cortos, los más habituales, en los que nuestro nivel de atención disminuye precisamente porque son rutinarios y conocemos el camino.
Llevar muchos años al volante tampoco garantiza que sepamos reaccionar bien. Evidentemente, haber vivido en la carretera diversas situaciones comprometidas ayudan a volverse más previsor, a anticiparse al peligro, y esa es una de las diferencias mas notables entre un conductor novato y otro con más experiencia: la percepción del riesgo. Conducir con miedo, con desinterés o pensando que se posee una destreza que no se corresponde con la realidad, es peligroso. No es lo mismo tener miedo a conducir, que tener respeto a manejar una máquina de más de una tonelada.
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Entonces la gran pregunta, ¿merece la pena hacer un curso de conducción?.
Absolutamente sí. De hecho en los primeros minutos de curso lo primero que van a enseñarte es a tener una buena posición al volante, la mayoría de los conductores se sorprenden al averiguar que llevan toda su vida como conductores adoptando una postura inadecuada, algo básico para circular con seguridad. Unos brazos y piernas demasiado estirados significa que en caso de impacto se bloquearán las articulaciones con lo que la rotura de los miembros está prácticamente garantizada. Por otra parte, situarse muy cerca del volante, no permitirá que el airbag haga bien su trabajo al desplegarse demasiado cerca de la cabeza y el pecho, éste no podrá evitar el impacto.
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La mayoría de cursos de conducción segura, preventiva o defensiva como se denominan muchos de los cursos de conducción de motos, comienzan con una clase teórica. Esto no significa volver a repasar en lo que se aprendió en la autoescuela sino en explicar el funcionamiento de los diferentes dispositivos de seguridad con los que cuenta un coche o moto modernos para evitar accidentes. La importancia del mantenimiento de elementos como los neumáticos, amortiguadores, la manera correcta de trazar una curva, cómo gestionar las inercias del vehículo y la manera correcta de anticiparse a los posibles problemas.
Como mencionábamos al principio del artículo es siempre una buena idea conocer nuestras limitaciones y las del vehículo que conducimos en un lugar seguro y acompañado de monitores. Ellos serán los que nos acompañen en las clases prácticas para hacer crecer nuestra confianza en los sistemas de seguridad y nos enseñarán a enfrentarnos a nuestros miedos haciéndonos encarar diferentes obstáculos y pruebas de habilidad.
Las clases prácticas también pueden impartirse con un monitor circulando en la primera posición con el resto de alumnos siguiéndole en su propio vehículo, fijándose en las trazadas, el ritmo, donde frena pasando el segundo al último lugar cambiando de posición en cada vuelta… el inconveniente es que no se adapta al nivel de cada participante y, al no poder ir el monitor con el alumno no puede ver si este comete errores y el alumno tiene que ser mucho más autocrítico para sacar partido del curso. Por esa razón recomendamos los cursos del primer tipo.
Aunque los cursos varían mucho, existen dos pruebas que se suelen realizar en todos ellos, la frenada de emergencia y el “test del alce”
Uno de los ejercicios básicos en los cursos de conducción es la frenada de emergencia. Se pide al alumno que mantenga una velocidad constante en una recta larga dónde se señala un punto a partir del cual deberá frenar a fondo. Esto que parece muy sencillo, no lo es. Los conductores tienen un temor natural a llevar el vehículo al límite y no llegan al final del recorrido del pedal en un solo movimiento, sino que empiezan bruscamente pero sin llegar al fondo y luego se van acercando progresivamente.
Sólo tras varios intentos las distancias de frenado se acortan, se va ganando confianza en uno mismo y en la capacidad de frenada del vehículo y se entiende la diferencia en metros entre frenar bien y no hacerlo.
La maniobra con este curioso nombre que proviene de los países escandinavos consiste en esquivar un objeto (en los países nórdicos se realizaba con la intención de evitar un posible alce en la carretera) y volver a nuestro carril manteniendo la compostura del vehículo y la nuestra. Para ayudar a los vehículos a realizar esta maniobra con seguridad se desarrolló el control de estabilidad y como ocurre con la maniobra de la frenada, no es hasta que nos hemos enfrentado con la maniobra varias veces cuando empezamos a confiar en el sistema y en nuestro vehículo sin temor a perder el control, cuando sabemos qué tenemos que hacer, hacia donde tenemos que mirar etc.
Finalmente en España podemos disfrutar cursos de conducción de motos para todas las necesidades en casi todos los rincones del país, cursos de conducción deportiva para conducir más rápido, cursos de conducción segura, para conocer las reacciones de tu vehículo, los sistemas de seguridad que monta tu vehículo y cómo funcionan además de cómo reaccionar ante situaciones de riesgo, los cursos de conducción evasiva, pensados para chóferes y personal de seguridad y por último cursos de motos donde se explica cómo conducir con seguridad una motocicleta, acostumbrarse a las reacciones de un vehículo de dos ruedas y cómo conducir a la defensiva, es decir, a estar siempre alerta y preparado para evitar un accidente por causa de otro vehículo.
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En Pont Grup te recomendamos que realices algún curso de conducción segura, su precio es bastante ajustado y sus beneficios merecen con mucho la inversión. Puedes creernos, llevamos más de 25 años trabajando en el mundo de los seguros y la diferencia entre un conductor antes y después de asistir a un curso es tanta, que hace años decidimos organizar cursos de conducción para nuestros clientes de moto por toda España, a cargo de los mejores instructores y campeones del mundo de motociclismo.