Mucho se ha hablado sobre la definición de nuestra personalidad a través de la ropa, gustos musicales, última serie o libro que hemos disfrutado o si somos de playa o montaña. Pero poco se ha escrito sobre una elección que también habla y mucho de nosotros: la moto que tenemos. Porque si bien la manera de conducir puede ser un fiel reflejo de nuestro carácter, la elección del vehículo también nos define como propietarios. Vamos a intentar categorizar, sin ninguna evidencia científica por supuesto, a los usuarios de cuatro tipos de moto.
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La Scooter del urbanita cool
Te mueves a diario por la ciudad y necesitas aprovechar bien tu tiempo. Eres una persona responsable, puntual y comprometida con tu trabajo. Te gusta la comodidad y seguridad. No eres un gran amante de la velocidad pero quieres llegar rápido y sin preocupaciones para aparcar. No harás grandes distancias con esta moto pero en la urbe eres el Rey.
La Custom del canalla de la carretera
Quieres una moto robusta, potente y con mucho estilo para viajar por carretera. No te interesa ser el más rápido, solamente disfrutar del trayecto en buena compañía. Te gusta emular a los Ángeles del Infierno aunque seas más tierno que el pan. Llevar una Custom es un estilo de vida que atrapa hasta a los ejecutivos que el fin de semana cuelgan la corbata para enfundarse el chaleco de cuero sobre su brillante y cuidadísima máquina.
La Deportiva del amante de la velocidad
Te encanta disfrutar de la sensación de libertad que proporciona conducir a toda velocidad. Eres adicto a la adrenalina de los circuitos de carreras y tienes un elevado conocimiento de motociclismo. Te encanta salir de rodadas y curvear pero no olvidas la seguridad vial y pones especial atención a salir debidamente equipado.
La offroad del eterno adolescente
Tu mayor pasión es subirte a una moto sobre terrenos difíciles entre tierra, barro y piedras. Te encantan las aventuras y, sobre todo, los retos. Por ello necesitas una offroad todoterreno con neumáticos resistentes con la que sentirte eternamente joven. La velocidad no es lo más importante para ti pero sí lo es la potencia y unas buenas suspensiones. Eso sí, no es una moto para toda la vida.
¿Y qué hay de los colores?
La elección del color de la moto también dice mucho sobre nuestra personalidad
Negro
Las motos en color negro son algunas de las más populares entre los motoristas. El negro simboliza elegancia, lujo, sencillez, sofisticación. Una moto negra resulta atractiva y al mismo tiempo menos llamativa. Aunque hay que tener en cuenta que, por seguridad, a veces pasan más desapercibidas.
Blanco
El blanco es un color que se asocia con pureza, sencillez y naturalidad. En el caso de las motos, hablamos de conductores prácticos a los que les gustan las líneas básicas. El color blanco simboliza limpieza.
Azul
El color azul simboliza fidelidad, honradez y sinceridad. También evoca calma y seguridad. Sin embargo, esas sensaciones no se identifican con la personalidad y carácter de una de las motos azules más icónicas, la Suzuki GSX-R. En el terreno de las motos, el azul se asocia con el atrevimiento.
Rojo
Si te encanta destacar y llamar la atención, una moto roja es perfecta para ti. Porque este color es sinónimo de competición, potencia y velocidad. Y no se puede hablar del rojo sin mencionar a Ducati.
Amarillo
El color amarillo se asocia con la racionalidad y resolución de problemas pero al mismo tiempo se identifica con personalidades pretenciosas. Este color tiene mucha calidez y produce sensaciones optimistas.
Verde
El verde es un color “tranquilo” que se asocia con naturaleza, paz, tranquilidad y buena suerte. Pero cuando se trata de motocicletas, simplemente significa Kawasaki
Naranja
Se dice que los motoristas que optan por este color son personas extrovertidas que asumen riesgos. El naranja representa energía y no es extraño que haya tenido una gran aceptación en el mercado de la motocicleta.