Ahora que el verano está a la vuelta de la esquina y que las temperaturas suben como la espuma, cada día estando más elevadas, es muy probable que tu coche se caliente demasiado, especialmente si ya tiene muchos años y cuenta con una gran carga de kilómetros a su espalda. Estos sobrecalentamientos aunque en un principio no deberían ser excesivamente graves, sí que podría resultar un problema para la mecánica si se dan con demasiada asiduidad.
Las causas por las que el coche puede sufrir un calentón, más allá de las altas temperaturas, pueden ser varias. A continuación te las vamos a contar, y te vamos a contar también qué debes hacer en cada caso para que no tengas que acabar llamando a tu seguro de coche.
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Qué hacer si el coche se calienta demasiado
Es muy común que los coches antiguos con las altas temperaturas sufran sobrecalentamientos. En los coches modernos esto es más complicado, ya que cuentan con una serie de medidas que tratan de evitar este problema.
Si estás conduciendo tu coche y ves cómo poco a poco el agua de la temperatura va subiendo hasta sobrepasar la barrera de lo normal, te recomendamos que no te dejes llevar por tu instinto de supervivencia y apagues el coche automáticamente. Esto es lo que hace la gran mayoría y, para nada es la mejor opción, ya que podría darse problemas en las válvulas y en la junta de culata. Te decimos qué debes hacer en sólo 3 pasos:
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Apaga el aire acondicionado
Estamos en verano y el calor es asfixiante, por lo que suponemos que tendrás el aire acondicionado encendido. Si es así, apágalo y abre las ventanas, ya que de este modo librarás una carga al motor y posibilitarás su enfriamiento.
Y si el sobrecalentamiento del motor es excesivo, lo mejor es que realices una transferencia de calor. Esto consiste en poner la calefacción de tu coche a tope, para así utilizar de lleno el calor del motor, mandándolo hacia el interior del vehículo. Eso sí, te recomendamos que te salgas del coche y que con precaución, abras la tapa del motor para favorecer su enfriamiento.
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Motor en punto muerto
Si tras apagar el aire acondicionado la aguja de la temperatura se mantiene al mismo nivel, lo mejor será que pongas el coche en punto muerto y que cada cierto tiempo le vayas dando pequeños golpes de gas. De esta forma conseguirás que la bomba del agua reciba más fuerza y funcione de manera más eficaz.
Si tras esto finalmente has conseguido reducir la temperatura del motor, te recomendamos que durante los próximos kilómetros trates de darle el menor trabajo posible a la mecánica, así que evita los acelerones, el uso excesivo del freno de motor, etc.
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Atención si el radiador no calienta
Si el problema continúa, échale un vistazo al ventilador instalado en el radiador y comprueba si funciona de manera correcta. Examina también el nivel del líquido refrigerante del vaso de expansión y, ten en cuenta que este líquido debe sustituirse cada 2/3 años aproximadamente.
En caso de que debido a las altas temperaturas el ventilador del radiador se para en seco, apaga automáticamente el motor, pues estará claro que el problema llega de ahí. En caso de que no actúes rápido y el motor siga conectado, el coche no podrá recibir agua fría y la temperatura no hará más que subir. Si este es tu caso, te recomendamos que hagas uso de la asistencia en carretera de tu seguro de coche a todo riesgo.
Fíjate también en el estado de las rejillas frontales del radiador, especialmente si acabas de realizar un viaje largo. Es posible que se hayan taponado debido a la suciedad. Si este fuera el problema, lo bueno es que puedes limpiarlo cómodamente con una pistola de agua a presión.
Por qué mi coche se calienta demasiado
En definitiva, si tu coche se calienta demasiado, casi con total probabilidad será debido al estado de la tapa del radiador, a la falta de líquido refrigerante, a que se haya producido un atasco en el termostato o a que el ventilador se haya apagado. En cualquiera de estos casos, lo más recomendable es que no continúes la marcha hasta que el vehículo haya sido revisado por un mecánico especializado.
