En Pont Grup hemos querido realizar nuestro particular homenaje a una de las motos más míticas de nuestro país sin ninguna duda, que provocó una auténtica revolución en la generación de aquellos que nacieron entre la década de los 60 y 70: la Vespino. Porque, ¿quién no ha conducido o se ha montado alguna vez en una Vespino?
Y es que si el Seat 600 fue el vehículo encargado de introducir definitivamente los coches en España, el Vespino hizo lo propio con las dos ruedas. Todo un clásico que a día de hoy se muestra como una joya de coleccionista, que te saca una sonrisa cuando de vez en cuando ves alguno por las calles, y que en 2018 cumple nada más y nada menos que 50 años.
Medio siglo ha pasado desde que la Vespino conquistase a los jóvenes y a los no tan jóvenes, y desde Pont Grup hemos querido brindarle un homenaje haciendo un repaso a su historia, a sus diferentes modelos y a una serie de curiosidades que sin duda merece la pena destacar.
Si tú también tuviste un Vespino y no puedes evitar recordarlo con alegría y nostalgia a la vez, continúa leyendo, ya que realizarás un repaso a una parte muy importante de tu juventud.
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1968, el año del nacimiento de la Vespino
1968 fue un año muy importante para España, y lo fue por diferentes razones. Un acertante de la Quiniela ganó 30 millones de pesetas, el mayor premio otorgado en nuestro país hasta el momento. En la Biblioteca Nacional se encontraron más de 700 páginas con dibujos y anotaciones del propio Leonardo Da Vinci. Por fin conseguimos ganar el Festival de Eurovisión con Massiel y su “La, la la” y, como no podía ser de otra forma, por la aparición del Vespino.
Todo un símbolo de modernidad, distinción y diseño, que no nació de la nada ni mucho menos. Y es que para hablar del nacimiento del Vespino, primero tenemos que remontarnos al año 1953, cuando se produjo la llegada de la Vespa a nuestro país, tras abrirse la primera fábrica Moto Vespa en España, concretamente, en la Calle Julian Camarillo de Madrid.
El aterrizaje de la Vespa en nuestro país supuso un tremendo boom entre los españoles, que encontraban en ella al aliado perfecto para sentirse como Audrey Hepburn y Gregory Peck en “Vacaciones en Roma”. Fue todo un éxito de ventas, aunque no tardó mucho en desplomarse, ya que la Vespa tenía un precio bastante elevado que no todo el mundo se podía permitir.
Fue entonces cuando en el año 1968 apareció la Vespino, una moto 100% española fabricada por Moto Vespa S.A., que tenía un precio mucho más económico que el de la Vespa y que además resultaba mucho más barata de mantener.
El éxito fue rotundo, llenando las calles de nuestro país y liderando durante más de 30 años las listas de ventas. Aunque hay que reconocer que a conseguir ese éxito ayudó que para conducirla no fuera necesario tener carnet, llevar casco, y mucho menos seguro de moto. Algo impensable a día de hoy.
Vespino, la primera moto con pedales
Conscientes de que una de las principales razones por las que se habían reducido las ventas de la Vespa era que consumía mucha gasolina y su mantenimiento resultaba muy elevado, decidieron incorporar unos pedales que ofrecían la oportunidad de conducir la moto en modo bici, permitiendo conducir la moto en plano y ahorrar una importante cantidad de gasolina, especialmente si circulabas cuesta abajo.
Con una cilindrada de 50 c.c., se convirtió en todo un icono y en un signo de distinción y rebeldía para los más jóvenes, y es que el que no llevaba una Vespino, no molaba en absoluto. La realidad es que si tenías un Vespino todo era mucho más fácil.
En menos de un año la Vespino había revolucionado por completo el mundo del motor y había conseguido que países de todo el mundo mirasen hacia España, envidiosos de esa moto que todos querían tener.
Eso hizo que en 1969 la Vespino llegase también a países como Inglaterra, Colombia, Chile, Alemania, Francia, Holanda o Marruecos entre muchos otros, arrasando también en las listas de ventas.
Más de 20 modelos de Vespino diferentes
Tal fue su éxito, que ha habido más de 20 modelos de Vespino diferentes desde su nacimiento, incluyendo unas versiones diseñadas exclusivamente para Telepizza y para Correos, en rojo y amarillo respectivamente.
Solo dos años después de su nacimiento, en 1970, aparecieron dos nuevos modelos de Vespino, el Brisa y el Rally, con diseños similares al original, pero con la particularidad de que incluían una horquilla más barata, y de que aumentaba la capacidad del depósito de gasolina de los 3,3 a los 6 litros.
Aunque en 1971 Moto Vespa no presentó ningún nuevo modelo, fue un año muy importante, ya que se superaron las 100.000 unidades vendidas. Un éxito que había superado las expectativas de los más optimistas.
En 1972 fue el turno de los Vespino Lujo S y S2, que ya lucían un diseño renovado y algo más modernizado. Y en 1974, con el objetivo de conquistar a toda Europa, donde gustaban más las bicicletas a motor, lanzaron el Vespino Tourist, con un diseño más sencillo, que fue un rotundo éxito de ventas sobre todo en Holanda.
En 1976 salió el Vespino Gran Lujo, que era la versión renovada de los modelos Lujo S y S2, y tan solo un año después llegó al mercado el Vespino GS, que era el primero que incorporaba intermitentes.
1977 fue otro año muy importante, ya que ante la gran demanda de Vespinos, se batió el récord de producción, con más de 55.000 unidades en tan solo un año.
En 1979 se le busca un cambio, y se lanza el Vespino TL, que renovaba el diseño del Gran Lujo y además incorporaba guardabarros cromados. Ese mismo año también se presenta el Vespino NL o Nueva Línea.
Ya en la década de los 80, se realiza un enorme espectáculo en el Camp Nou de Barcelona para presentar el Vespino SC “Super Confort” y el Vespino SCA, que era el primero que incluía llantas de aleación de aluminio y que fue uno de los más vendidos. En estos modelos se decía adiós a la tapa cubre – motor que había acompañado a la Vespino hasta ahora.
1981 fue el año en el que la Vespino llegó a Italia, donde la Vespa era la reina. Tuvo que rebautizarse y presentarse bajo el nombre de “Gilera Toledo”, ya que Vespino era como conocían los italianos a una Vespa de 50cc. Muy bien recibida, tan solo un año después se piden 20.000 nuevos modelos.
Tras un tiempo sin lanzar ningún nuevo modelo, en 1985 llegó el Vespino AL, que ya tenía una estética mucho más moderna, y el Vespino ALX sólo un año después, que era idéntico al anterior, pero incorporaba intermitentes.
El Vespino VALE llegó en 1987, enfocado principalmente a Europa. Y ese mismo año también aparece el modelo DELTA, siendo el primero que cambiaba la estética del original, siendo precursor de los scooters de hoy en día.
El Vespino DELTA aunque no arrasó en ventas, su caja de engranaje se convirtió en una pieza muy codiciada para “trucar las Vespino” (algo muy habitual en aquella época), ya que ofrecía unas increíbles prestaciones si se instalaba en cualquier modelo Vespino.
En 1991 se moderniza el diseño de la Vespino AL con el NL “New Look”, y también con el NLX que incluía intermitentes, y el NXE, que era el primero que tenía arranque eléctrico y mezclador de aceite. Se acababa lo de tener que hacer la mezcla de la gasolina.
Y fue 1992 el año en que realmente cambió con la Vespino F-9, adaptándolo a los nuevos tiempos. Se rediseñó, se le incluyeron pegatinas de serie, un sistema antirrobo, bloqueo de dirección, guantera debajo del sillón, freno de disco delantero, amortiguadores… Una moto que está más cerca de las de ahora.
1995 fue el año en el que se presentó el Vespino Velofax, que es el que más se ha desligado de la línea habitual de Vespino. Con un diseño más curvo y actual, no fue muy bien recibido por el público.
Cuatro años después, en 1999 y con unos números de ventas cada vez más reducidos, se lanzó en colaboración con Gilera el Vespino F-18, que volvía a los diseños clásicos de Vespino, pero incluía todas las novedades de los últimos modelos.
Y fue en el año 2000 cuando se hizo el último intento por volver a alcanzar el éxito con la Vespino, lanzando el modelo NL. Un modelo que no conquistó al público, pero sí a las pizzerías, agencias de reparto y a la propia compañía de Correos y Telégrafos.
De hecho, Vespino creó dos versiones especiales tanto para Telepizza como para Correos, adaptadas a sus colores corporativos, en rojo y amarillo respectivamente, y que permitían continuar viendo Vespinos por las calles, aunque cada vez con menos asiduidad.
Finalmente, terminando el año 2000 se fabricó la última Vespino en las instalaciones Moto Vespa de la Calle Julián Camarillo, poniendo fin a una moto que ha marcado una época en España y en parte del mundo.
Los más optimistas, como nosotros, sueñan con que el Grupo Piaggio, propiedad de Moto Vespa, sorprenda próximamente con el lanzamiento de un nuevo modelo de Vespino. Algo que sin duda haría muy feliz a los “vespineros” más nostálgicos. Habrá que esperar.