Vía de atención preferente: definición, regulaciones y alcance

Las vías de atención preferente (VAP) tienen regulaciones específicas para garantizar una circulación fluida y segura. Aquí te detallo algunas de sus normativas y características principales:

1. Restricción de Actividades: Las VAP, debido a su elevado tránsito, están sujetas a restricciones impuestas por la Policía Local y el Servicio de Tráfico y Transportes. Estas restricciones buscan minimizar las autorizaciones para actividades que puedan afectar la circulación en estas vías, como ocupaciones u obras, remitiéndolas a horarios de menor intensidad de tráfico, como nocturnos o días no laborables​​.
2. Normas y Límites de Velocidad: Las regulaciones en una vía de atención preferente dependen del tipo de carretera que sea. Por ejemplo, en autovías y autopistas, los límites de velocidad pueden ser de hasta 120 km/h. Además, es importante considerar la obligación de ceder el paso a vehículos de emergencia como coches de policía o patrullas de la Guardia Civil​​.
3. Preferencia de Paso: Según el Reglamento General de Circulación, las vías preferentes son aquellas que gozan de preferencia de paso sobre las demás vías que interceptan. Esto significa que los vehículos que transitan por una vía de atención preferente tienen prioridad frente a los que se incorporan o cruzan desde otras vías​​.
4. Prioridad para Ciertos Vehículos: Una vía de atención preferente se designa como prioritaria para el tránsito de ciertos vehículos. Esto incluye el transporte público, los servicios de emergencia y, en algunos casos, los ciclistas. Esta designación busca garantizar un tránsito fluido y seguro para estos vehículos, dada su importancia o necesidad de movilidad rápida​​.

Estas normativas y regulaciones son fundamentales para mantener un flujo de tráfico eficiente y seguro en vías de alto tránsito, especialmente en zonas urbanas y en carreteras principales.